Max Weber, al hablar sobre la sociedad, se centra en el proceso de burocratización necesario para ganar eficacia y eficiencia. Define la burocracia como un instrumento de dominio social que esclaviza al hombre en cuanto a la imposibilidad de actuar a criterio propio -con libertad-; siendo obligado a realizar las cosas como están establecidas; es decir: qué quiero hacer y qué tengo que hacer para conseguirlo. A esto es a lo que él denomina la racionalización basada en la autoridad legal que domina al individuo.
Según Weber, la burocracia puede degenerar en:
Según Weber, la burocracia puede degenerar en:
1. La jerarquía vertical de autoridad puede llegar a ser caótica, algunas oficinas pueden ser soslayadas al tomar decisiones, causando conflictos de competencias.
2. Las competencias pueden ser poco claras y usadas contrariamente al espíritu de la ley; en ocasiones una decisión en sí misma puede considerarse más importante que su efecto.
3. Nepotismo, corrupción, enfrentamientos políticos y otras degeneraciones pueden contrarrestar la regla de impersonalidad, pudiéndose crear un sistema de contratación y promoción no basado en méritos.
4. Los funcionarios pueden eludir responsabilidades a través de métodos poco ortodoxos.
2. Las competencias pueden ser poco claras y usadas contrariamente al espíritu de la ley; en ocasiones una decisión en sí misma puede considerarse más importante que su efecto.
3. Nepotismo, corrupción, enfrentamientos políticos y otras degeneraciones pueden contrarrestar la regla de impersonalidad, pudiéndose crear un sistema de contratación y promoción no basado en méritos.
4. Los funcionarios pueden eludir responsabilidades a través de métodos poco ortodoxos.
Incluso una burocracia no degenerada puede verse afectada por ciertos problemas:
•Sobreespecialización.
•Rigidez e inercia en los procesos, tomando decisiones con lentitud o siendo imposible aplicarlas al presentarse casos inusuales, e igualmente retrasando los cambios, evolución y adaptación de viejos procesos a nuevas circunstancias.
•Suposición de que el sistema es siempre perfecto y correcto por definición, provocando que su organización sea poco proclive al cambio y a la autocrítica.
•Poca estima por las opiniones disidentes.
•Creación de más y más reglas y procesos, creciendo su complejidad y disminuyendo su coordinación, facilitando la creación de reglas contradictorias.(*)
SEGUIMOS ESCLAVIZADOS POR LA BUROCRACIA
En el Perú, esta situación no ha cambiado en absoluto, aún seguimos siendo el país más burocrático del mundo y de América Latina. Los peruanos que a diario realizan diversos trámites en las instituciones públicas palpan esta mala experiencia.
No en vano, los trámites engorrosos representan sobrecostos empresariales y perjudican al final al consumidor, lo que terminaría por inducir a la informalidad a las pequeñas y micro empresas, tal como lo comenta el vicepresidente de la Cámara de Comercio de Lima, Roberto de la Torre Aguayo, en la nota del diario El Comercio: La burocracia estatal sigue frenando inversión privada.
La experiencia nos demuestra que crear más burocracia no es ninguna solución a nada. Los organismos burocráticos se ocupan de sí mismos, y para justificar su existencia no hacen más que producir toneladas de papeles en la forma de estudios, proyectos e informes, mientras la realidad sigue en situación de abandono total.
Aunque, ahora la Ley de Silencio Administrativo Nº 29060 le da garantías al ciudadano, ésta no se aplica por desconocimiento y por falta de adecuación del aparato estatal en su Texto Único de Procedimientos Administrativos (TUPA), tal como señala la nota de Perú21: El 74% de la burocracia no se adecua a la ley.
Así pues, por ejemplo, veamos el caso del Ministerio de la Mujer, el PROMUDE, DEMUNA, INABIF y muchos organismos más, supuestamente, encargados de la misma cosa: defender a la mujer y al menor. ¿Algo ha cambiado la realidad de abandono del menor y el maltrato a la mujer? Absolutamente en nada. ¿Hay alguien que se preocupe por esas criaturas indefensas que son cargadas en brazos por gente inescrupulosa que los utilizan para pedir dinero en cada semáforo? Absolutamente nadie. Toda la burocracia del Ministerio de la Mujer, PROMUDE, DEMUNA e INABIF se atragantan de “sanguchitos” en sus oficinas mientras que en frente mismo de su local, los niños y las mujeres se arrastran pidiendo limosna.Lo mismo podemos decir de las 25 entidades encargadas de promover el turismo, las 17 encargadas de promover la pequeña empresa, las 12 encargadas de las exportaciones, etc. No sirven absolutamente para nada. El turismo no crece desde que se incrementó el terrorismo, ni va a crecer por el incremento de más burocracia.
No obstante, el ex presidente Alejandro Toledo nos dejó como pesada herencia no solo más impuestos sino precisamente la razón de esos nuevos impuestos: más burocracia. Con Toledo el Estado peruano cruzó la barrera de los 200 organismos burocráticos. El festival de entidades generó tantos organismos parásitos como pudo: CONAPA, CONAM, CONASI, CONADIS, CONAD, CONAJU, CONIDA, CONADES, CONAC, CONITE, CONAA, CONADIH, COMEX, CONIDE, CONACC, etc., etc., etc.… Lo más curioso de todo es que con tantas entidades ocupándose de cada problema nacional ¿Cómo es que seguimos hundidos en los mismos problemas?
Así pues, por ejemplo, veamos el caso del Ministerio de la Mujer, el PROMUDE, DEMUNA, INABIF y muchos organismos más, supuestamente, encargados de la misma cosa: defender a la mujer y al menor. ¿Algo ha cambiado la realidad de abandono del menor y el maltrato a la mujer? Absolutamente en nada. ¿Hay alguien que se preocupe por esas criaturas indefensas que son cargadas en brazos por gente inescrupulosa que los utilizan para pedir dinero en cada semáforo? Absolutamente nadie. Toda la burocracia del Ministerio de la Mujer, PROMUDE, DEMUNA e INABIF se atragantan de “sanguchitos” en sus oficinas mientras que en frente mismo de su local, los niños y las mujeres se arrastran pidiendo limosna.Lo mismo podemos decir de las 25 entidades encargadas de promover el turismo, las 17 encargadas de promover la pequeña empresa, las 12 encargadas de las exportaciones, etc. No sirven absolutamente para nada. El turismo no crece desde que se incrementó el terrorismo, ni va a crecer por el incremento de más burocracia.
No obstante, el ex presidente Alejandro Toledo nos dejó como pesada herencia no solo más impuestos sino precisamente la razón de esos nuevos impuestos: más burocracia. Con Toledo el Estado peruano cruzó la barrera de los 200 organismos burocráticos. El festival de entidades generó tantos organismos parásitos como pudo: CONAPA, CONAM, CONASI, CONADIS, CONAD, CONAJU, CONIDA, CONADES, CONAC, CONITE, CONAA, CONADIH, COMEX, CONIDE, CONACC, etc., etc., etc.… Lo más curioso de todo es que con tantas entidades ocupándose de cada problema nacional ¿Cómo es que seguimos hundidos en los mismos problemas?
*Fuente:
- YEHESKEL HASENFELD, “Enfoques Teóricos sobre las Organizaciones de Servicios Humanos”, en Organizaciones al Servicio del Hombre, México, 1990, Fondo de Cultura Económica, Pp. 24 – 28.